24 de julio de 2011

Andrea Fuentes: «Aprendí mucho de Mengual, me abrió el camino»

Andrea Fuentes, tarraconense de 28 años, se ha zambullido 14 veces para competir en siete modalidades esta semana. Ha conseguido cinco bronces y una plata. Se sobrepondrá a su cansancio esta noche por última vez en Shanghái. El avión de vuelta sale de buena mañana y se perderá con sus compañeras en la noche. «No sé cuándo me fui de marcha por última vez. Meses, al menos. No sé si me emborracharé, pero espero no dormir hasta coger el avión».

  –¿Prefieres nadar sola o acompañada?
  –Cada cosa tiene sus ventajas. Nadando con alguien se comparte y amplifica la alegría. Sola puedo llegar más lejos, amplío mis conocimientos y límites.

 –¿En qué has cambiado desde que eres líder?
 –No he cambiado pero sí he aprendido mucho. No me desmoralizo si hay fallos, sino que cojo de las manos a mis compañeras. Lo he intentado hacer desde el principio. Nunca he sido dictatorial. Escucho a mis compañeras.

 –¿Notas la presión de sustituir a Gemma Mengual?
 –No debo de haberla notado porque me ha ido bien. Tengo más responsabilidad, pero el único cambio es que nado una prueba más. Nunca he querido ser ella, aunque entiendo que se nos compare. Aprendí mucho a su lado y me abrió el camino, nos consiguió el respeto para nuestro equipo.

 –¿Cuántas horas convives con Ona Carbonell, tu compañera de dúo?
 –Más que con cualquier otra persona. Unas 10 ó 12. Nuestra relación es muy transparente, hablamos cualquier problema con la otra, incluso los más difíciles. Todos somos egocéntricos, pero tenemos la virtud de la sinceridad.

 –¿Ganaréis a las chinas en los Juegos de Londres?
 –Eso espero. No sé qué habría pasado esta semana en otro país imparcial. Nuestros ejercicios eran más difíciles pero ellas han nadado mejor. No sabemos dónde está el punto medio ideal. Pero el resultado es justo. Con las rusas es más complicado. Somos un equipo muy inexperto, quizá con más tiempo lo conseguiremos. Ellas entrenan más horas y además tienen más competencia. Si a una se le rompe una uña, la cambian. Ona y yo podríamos ganarlas en dúo, pero en equipo será muy difícil.

 –¿Pensáis cambiar en ejercicios más conservadores?
 –No, si estamos aquí es por nuestra creatividad. Aquí se ha valorado menos, pero si nos juzgaran por la técnica quizá seríamos cuartas. Otros países nos han felicitado por aportar cosas nuevas a la sincronizada. Con eso nos damos por pagadas.

 –¿Se capta la reacción del público cuando se nada?
 –Sí, solo me preocupa entregarme a ellos. Es la forma de disfrutarlo más. Sobre todo en el solo, tienes que entregar tu alma. Cuando estás en apnea piensas de todo. Que no puedes más, que quieres que acabe. O solo repites mentalmente los pasos.

 –¿Cómo te vas a relajar en Barcelona?
 –Ya tengo ganas de comerme los tomates de mi huerto. Una amiga me lo ha cuidado y me ha enviado fotos. Es ecológico. Que la gente aprenda.

 –¿Qué lees y escuchas?
 –De todo. Pink Floyd, Depeche Mode, The Doors. También música clásica y algo de electrónica. Yo elegí Edith Piaf y Janis Joplin para los ejercicios. Ahora leo a Chejov y Dostoievski.

 –Con tanto entrenamiento, ¿tenéis contacto con los movimientos sociales?
 –Sí, estoy muy a favor de los indignados del 15-M. Yo también fui a la plaza de Catalunya. La gente tiene que protestar. Está claro que lo que tenemos no es una democracia.


LOS MUNDIALES DE NATACIÓN DE SHANGHÁI.

Quinta medalla en los Mundiales de natación de Shanghai



El dúo Fuentes-Carbonell se llevaron el viernes el bronce en la prueba de dúo libre de natación sincronizada

Las españolas Andrea Fuentes y Ona Carbonell se llevaron este viernes el bronce en la prueba de dúo libre de natación sincronizada del Mundial de Shanghai, mientras que la pareja rusa compuesta por Natalia Ischenko y Svetlana Romashina ganó el oro, y China se colgó la plata.

Se trata de la quinta medalla (cuatro de bronce y una de plata) de la selección española de natación sincronizada, que en este mundial apuesta por nuevas caras tras la ausencia de su máxima estrella, Gemma Mengual, de baja por maternidad.

El dúo Fuentes-Carbonell realizó un ejercicio cuyo nombre estaba inspirado en el estilo de música sobre el que firmaron su nota de 96.500, "Tango". "Ona Carbonell y Andrea Fuentes enseñaron a 6.000 chinos cómo bailar el Tango en el agua, pero las jueces eligieron Rusia y China por delante", se lamentó la Real Federación Española de Natación en una información sobre las 'sirenas' ibéricas publicado en su página web.

Bajo el sonido de un tango uruguayo, recibieron una puntuación de 48.160 por realización técnica y de 48.340 en impresión artística, lo que no fue suficiente para superar a las hermanas gemelas de China, de 25 años, que nadan juntas desde 2006 y cuyo ejercicio estuvo marcado por un carácter poético. Sabiendo difícilmente alcanzable la perfección de las competidoras rusas en la disciplina, Anna Tarrés, directora a nivel técnico del equipo español, señaló este viernes tras el bronce de Fuentes y Carbonell que su combinado seguirá teniendo como reto ganar a las chinas.

 Por su parte, las canadienses Elise Marcotte y Boudreau-Gagnon, que el jueves se colgaron el bronce en la final de combinada artística por delante de las españolas, no pudieron repetir y terminaron en cuarto lugar con una nota de 94.950. Las japonesas Yukiko Inui y Chisa Kobayasi terminaron en quinto lugar (92.710) seguidas por las ucranianas Daria Iushko y Ksenya Sydorenko (91.580), sextas, mientras que las brasileñas Nayara Figueira y Lara Teixeira acabaron en el duodécimo y último puesto (85.770).

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