28 de octubre de 2012

Editorial: Una brecha que cuesta cerrar

Mientras el planeta da pasos lentos hacia la igualdad entre hombres y mujeres, Colombia comienza a recuperar el terreno perdido en años recientes.

Fue revelada esta semana la más reciente entrega del 'Informe de brecha de género mundial', elaborado por el Foro Económico Mundial y que arroja buenas luces sobre la situación de las mujeres en el planeta.

La indagación se concentra en cuatro áreas: el acceso a la salud y a la educación, la participación política y la economía (salarios y participación en el mercado laboral). En cada uno de estos campos se hace una medición para saber qué tan grande es la distancia entre ambos géneros a la hora de acceder a servicios, recursos y oportunidades, para luego establecer una clasificación final, que incluye a los 135 países participantes.

El asunto es importante y no solo por los obvios motivos que obligan a que la sociedad supere viejos e injustos lastres de exclusión por esta razón. Según la entidad a cargo de la investigación, se puede demostrar "una firme correlación entre los países que son más exitosos en el cierre de la brecha de género y aquellos que son más competitivos". De acuerdo con Saadia Zahidi, directora del Programa de Mujeres Líderes y Paridad de Género de la entidad, "6 de los 10 países que obtuvieron el mejor desempeño en el índice de competitividad mundial también están presentes entre los 20 primeros puestos del índice de brecha de género mundial".

En líneas generales, los resultados muestran, una vez más, a los países nórdicos como los más igualitarios y a Europa como el continente con mejor desempeño.

El balance final revela una cierta disminución del ritmo al que se venía recortando la desigualdad entre hombres y mujeres. Tal diagnóstico se apoya en que la reducción de este bache ha sido de apenas el 5 por ciento o menos en 75 países en los últimos 7 años, mientras que en apenas 9 casos la cifra supera el 10 por ciento.

El escalafón, como ya lo señalábamos, lo encabezan Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia. A los que se suman Irlanda, Dinamarca y Suiza, para completar siete naciones del Viejo Continente entre las diez primeras.

El panorama más crítico se registra en Chad, Pakistán y Yemen. En el aspecto en que más progresaron los países fue en salud, donde la disminución de la distancia fue del 96 por ciento, y en educación, del 93 por ciento. Estas cifras contrastan con la participación política, donde la merma apenas llegó al 20 por ciento.

Por esta parte del mundo llama la atención encontrar a Nicaragua en el noveno puesto, lo que obedece, según los autores, a la alta cantidad de mujeres en el Ejecutivo y en el Legislativo. Colombia figura en la casilla 63, por encima de México y Perú, pero por debajo de Venezuela, Ecuador y Brasil.

Dicha ubicación representa un avance significativo respecto a la última medición, en la que apareció de 80, mejora que se debe, sobre todo, a avances en la equidad a la hora de acceder a la educación primaria. Llama la atención la plena igualdad alcanzada en terrenos como el acceso a la educación secundaria y superior y en las probabilidades de llevar una vida saludable.

No obstante, el diagnóstico cambia si se tienen en cuenta los informes del 2006 y el 2007, cuando el país estuvo entre los 25 primeros y llegó a ser el mejor calificado de Latinoamérica y el Caribe gracias a las excelentes notas de entonces en lo concerniente a acceso de mujeres a posiciones de poder.

Colombia puede haber recuperado la buena senda, pero todavía falta trecho. Los desafíos son enormes y van desde el cumplimiento pleno de la ley de cuotas hasta acciones para implementar la política de equidad de género. Está demostrado que no se puede bajar la guardia y que en esta materia es alto el costo de dormirse en los laureles.

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