8 de abril de 2014

Campeonas del Mundo



Desperté el sábado por la mañana con la noticia de que España había caído ante Japón en la final. ¡Vaya! La noche antes me acosté pensando si podía felicitar a las Campeonas del mundo, pero no fue así. Al parecer el partido ya empezó mal pues en el minuto 4 “España” encajaba el 0-1, lo que al final acabaría completándose con un 0-2.

En la final de Costa Rica el equipo estuvo compuesto por: Elena de Toro. Nuria Garrote, Rocío Gálvez, Silvia Mérida, Carmen Menayo (Aitana Bonmati, 52'), Pilar Garrote (Maite Oroz, 82'), Patricia Guijarro, Sandra Hernández, Laura Domínguez, Andrea Falcón (Mireya García, 70') y Nahikari García. Esta selección sub 17 sabía que estaba haciendo historia por el mero hecho de jugar la final de un Mundial, pero querían “poner la guinda al pastel”.

Podríamos pensar: ¡Que decepción! ¡Cuántas esperanzas rotas! Pues no debemos hacerlo porque esas jugadoras son unas campeonas que esa noche se proclamaron subcampeonas del mundo y firmaron la mejor actuación de un equipo femenino español en toda la historia.

http://youtu.be/YTuw2RGOZrI


Pero además son campeonas doblemente porque a pesar de que ya eran las subcampeonas de Europa y han hecho un magnífico mundial saben que sus méritos y sus esfuerzos no les servirán de nada en nuestro país donde las mujeres, por el hecho de serlo, no pueden ser profesionales. Como se explica en el vídeo “Te juegas mucho”, realizado por la Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC) de CCOO para la campaña del 8 de marzo, hay una clara discriminación laboral de las jugadoras de fútbol, de modo que, a las subcampeonas del mundo, como a otras colegas, les tocará emigrar su quieren trabajar como profesionales en lo que les gusta. Como declaraba Verónica Boquete, una de las mejores futbolistas españolas: “Es difícil vivir de este deporte siendo mujer en España. Aquí el fútbol femenino no es profesional y te ves obligada a salir fuera para mejorar en el plano económico, deportivo y social. Fuera estamos más aceptadas. España sigue siendo un país machista en este sentido”.



Por tanto, estas jóvenes de la Sub-17 son campeonas porque persiguen su sueño. La mayoría empezó con seis o siete años y han seguido entrenando y jugando en la adolescencia donde ser jugadora no está considerado precisamente el culmen de la “femineidad”. Es en la adolescencia cuando se produce una fuerte reducción del número de chicas que practican deporte. Una situación que tiene su lógica como nos describía muy bien la abogada especializada en deporte, Mª José López González, ya que “si con 14 años no tienes perspectivas laborales de dedicarte a una actividad deportiva evidentemente te retiras. En este país, a un chico con 13 o 14 años que juegue muy bien al futbol, que tenga una características técnicas y físicas magníficas, sus padres, en su barrio estarán interesados en que llegue a ser un gran futbolista, pero para la chica la mirada será otra. Les dicen: sigue practicando porque lo haces muy bien, pero dedícate a otra actividad”.

Es realmente injusto. Cuando se reitera machaconamente que las mujeres y los hombres somos iguales vemos ámbitos donde no es verdad. Al igual de la presidenta de la Asociación de Jugadoras de Fútbol, Fe Robles, también nosotros pensamos que “las mujeres tienen derecho a jugar y a elegir el deporte en el que quieren participar”. No es justo que “en muchas ocasiones a las mujeres no se les da esta oportunidad o que en las condiciones en las que juegan no sean las mismas que se dan a sus compañeros masculinos del su mismo club”.

Seguir trabajando colectivamente todos los días porque nuestros sueños se hagan realidad es el mayor de los éxitos y aunque solo sea porque sois un ejemplo junto con muchas otras mujeres que desde sus trabajos también lo hacen, al menos para mí, sois las campeonas del mundo. ¡Enhorabuena y a seguir!

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