Humillado, pero dispuesto a recuperar las riendas de su imperio en peligro, Rupert Murdoch ha pedido perdón por «el daño causado a las personas afectadas» con las escuchas ilegales en un mensaje que se publicará este fin de semana en los principales diarios británicos, pero cuyo contenido se conoció ayer. Después de 10 días de presiones y ante el peligro de que la crisis se extienda al otro lado del Atlántico, Murdoch optó, muy a su pesar, por la cirugía y sacrificó a su protegida, Rebekah Brooks. Paralelamente, Les Hinton, presidente del Dow Jones (importante agencia de información financiera de EEUU) anunció también su dimisión por el mismo escándalo.
Persona muy allegada a Murdoch
durante 52 años, Hinton es la primera víctima del caso en EEUU. Durante los años de las escuchas ilegales, dirigía los periódicos británicos del magnate australiano,por lo que, después de recibir fuertes presiones, al igual que Rebekah Brooks, anoche anunció su dimisión de News Corp (el grupo de Murdoch propietario de Dow Jones y The Wall Street Journa l), pidiendo también perdón a las víctimas del caso y diciendo que desconocía la magnitud de las escuchas.
EL LAMENTO / Por su parte, Brooks envió un correo electrónico a los empleados del grupo británico diciendo: «Me considero completamente responsable del daño que hayamos podido hacer a cierta gente. Lamento mucho lo que está ocurriendo». Su salida del grupo, reclamada desde todos los sectores sociales, se produce después de trabajar 22 años bajo la protección del empresario, que la consideraba como una hija y tras una carrera profesional tan controvertida como fulgurante. Brooks era directora de News of the World cuando el dominical pinchó el móvil de Milly Dowler, la niña asesinada, un caso que provocó la indignación general y ha sido el detonante de esta crisis.
Murdoch en persona se entrevistó ayer con los padres y la hermana de la pequeña, en un hotel de Londres, para «pedirles disculpas, sincera y humildemente», según Mark Lewis, el abogado de la familia. Como parte de este ostentoso ejercicio de relaciones públicas, el magnate pide hoy al país perdón, a toda página, en una publicidad insertada en siete diarios nacionales, «por el daño causado a las personas afectadas» por las escuchas ilegales.
COMPARECENCIA EN EL PARLAMENTO / Rupert y su hijo James Murdoch, junto a Rebekah Brooks, responderán el martes a las preguntas de los diputados en el Parlamento. Un hombre de confianza del grupo, el neozelandés Tom Mockridge, ha reemplazado a Brooks y será quien se encargará de poner orden en la división británica de la compañía. Mockridge, un antiguo periodista con experiencia en relaciones públicas, era hasta ahora el responsable de Sky en Italia.
Nuevas revelaciones, conocidas ayer, ponen en aprietos a David Cameron. Andy Coulson, el antiguo director de News of the World y exjefe de comunicación de Cameron, fue el invitado de este en Chequers, la residencia de campo del primer ministro en marzo, dos meses después de haber presentado la renuncia. La estrecha relación entre ambos se interpreta como una falta de juicio del líder conservador, a la vista de que Coulson mantenía contactos con conocidos delincuentes.
Brooks fue también en dos ocasiones el año pasado la invitada en la residencia. Ella y Cameron son vecinos en el condado de Oxford y suelen verse los fines de semana montando a caballo y en cenas con miembros de la familia Murdoch, que viven también en esa zona privilegiada.
Demasiado íntimas han sido también las relaciones en tre Scotland Yard y News of The World . El máximo responsable de la policía, Paul Stephenson, deberá explicar por qué contrató como asesor a Neil Wallis, el antiguo subdirector del dominical, detenido el jueves.
Rebekah Brooks, hasta ayer la máxima responsable de las publicaciones de Murdoch en el Reino Unido, gozó de la confianza ilimitada del magnate, que la puso al frente de News of the World primero (2000) y The Sun después (2003), antes de convertirla en su mano derecha (2007). Inglesa de 43 años, Brooks fue la persona más joven en ocupar la dirección de un periódico de tirada nacional, en el que aplicó un estilo agresivo. Con ella empezaron las escuchas. Celosa de su intimidad, apareció en los diarios en el 2005 por pegar a su entonces marido, un actor de EastEnders. Brooks trabó amistad con los Blair y los Cameron.
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