22 de agosto de 2011

El delito de ser una niña

Maria Ayala, de 13 años, ha estado un año sin jugar porque la normativa le impedía ser sénior

La niña que quería jugar a fútbol con las mayores y la federación no la dejaba. Así se podría titular la historia que, hasta ahora, ha perseguido a Maria Ayala, una chica de 13 años de L'Hospitalet que lleva locos a todos los chavales de su clase. ¿Por qué? Que nadie piense mal. Solo porque todos desean tenerla en su equipo. El nombre de Maria es sinónimo de gol, de triunfo. La denominan, con el balón en los pies, como la niña universal.




Basili Ayala es su padre y el Castelldefels, el club donde Maria está inscrita y donde juega en todas las categorías en que el controvertido reglamento le permite participar. «Este invierno -explica Maria- ha habido fines de semana en los que he disputado dos encuentros oficiales y luego el domingo por la tarde tenía que entrenar con la selección catalana». Los técnicos del Castelldefels, equipo que la próxima temporada tratará de regresar a la División de Honor, querían que Maria se convirtiera en una de las figuras de su equipo de División de Plata, la más pequeña de todos. Pero se encontraron con la negativa federativa. «Es increíble que haya reglamentos diferentes según la federación que sea. Maria no tiene ningún obstáculo, a nivel catalán, para jugar en categoría sénior. En cambio, la federación española no se lo permite», cuenta el padre. Y aquí empezó el vía crucis judicial, por la vía ordinaria, que todavía no está resuelto.
La justicia ordinaria
El Castelldefels llamó a Madrid solicitando permiso para alinear a Maria. Cuando explicó la edad que tenía la niña, recibió la respuesta negativa. Apelaron buscando una medida cautelar. De nuevo se denegó la solicitud. «Queríamos que Maria jugara con las mayores. En la federación catalana no entendían nada de la extraña situación. Solo nos decían que el reglamento no permitía a las nacidas en 1997 jugar en categoría sénior. La única salida que nos quedó fue acudir al Tribunal Superior de Justicia de Madrid», añade Basili Ayala. Ya se sabe. La Justicia, ni ordinaria ni deportiva, no se distingue por la rapidez. La Liga acabó sin que llegara la decisión judicial.
El próximo curso futbolístico, con los primeros entrenamientos fijados a finales de mes, Maria ya no tendrá problemas para que las mayores disfruten con su fútbol. «Tengo la suerte de que puedo jugar en cualquier posición. Me dicen que soy una jugadora universal». Y además marca goles. «He probado de jugar en campo grande, pero yo disfruto más con el fútbol sala». «Ahora, cuando se pronuncie el juez, le pediremos que archive el caso porque, por edad, ya está solucionado», añade su padre. Por fin, aunque con un año de espera, como si hubiera sido una sanción federativa injusta por la edad, Maria podrá jugar con las mayores. Y marcar goles, lo que le gusta.

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