La falta de igualdad real entre hombres y
mujeres y las políticas económicas que
restringen el empoderamiento económico y
social de las mayorías, profundiza más el que
las mujeres seamos siempre las más pobres
del mundo.
Las mujeres dedicamos 6 veces más tiempo
al cuidado de los y las niñas, de los y las
ancianas, para preparar los alimentos, lavado
y planchado de ropa; pero este trabajo
llamado “economía del cuidado” no se valora,
ni se reconoce como contribución importante
a la economía del país. A pesar de toda la
carga laboral que conlleva, somos las que
menos salario ganamos y las que tenemos
menos prestaciones sociales que nos
garanticen cobertura en salud y jubilaciones
dignas en nuestra vejez.
Ante la falta de propuestas de las
Instituciones públicas y de los gobiernos, se
violan los derechos humanos de las mujeres,
el acoso sexual, a las agresiones, a las
violaciones sexuales, la discriminación laboral
en razón del sexo como por ejemplo el
estado de embarazo, la discriminación
laboral a las mujeres por tener que cuidar a
sus hijas o hijos, la falta de políticas públicas
en las que se retome la corresponsabilidad
del trabajo doméstico, las escasas
oportunidades de inclusión para las mujeres
en la educación y cargos de decisión, así
como el desigual acceso a los recursos
naturales y al mercado laboral y a la
invisibilización del aporte de las mujeres a la
economía nacional.
Por otra parte, los acuerdos de libre
comercio, publicitados como instrumentos
para el desarrollo del país y la región, no han
sido respuestas reales de bienestar
económico para las mujeres. Por el contrario
estos disminuyen las posibilidades de
fortalecer el mercado interno de bienes y
servicios, lo que lleva a pérdidas de empleo
principalmente de las mujeres, estas son
expulsadas al comercio informal y a la autosobre-vivencia. El Acuerdo de Asociación de
la Unión Europea con Centroamérica (ADA)
restringirá la promulgación de políticas de
Estado que promuevan el desarrollo
económico y social, la agudización de la
pobreza y la poca o nula consulta ciudadana
y de las organizaciones de mujeres para las
negociaciones.
En este 1 de mayo, cuando se celebra el día
de los y las trabajadoras, en un marco de
segregación, de explotación y discriminación,
las cuentas siguen pendientes para el
Gobierno, porque para “UNIR, CRECER E
INCLUIR” ES NECESARIO:
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