20 de abril de 2012

El Reparto de Tareas Domesticas

El reparto de tareas domésticas en la CAV se asemeja al que aún se da en Europa del Este

ELLOS SE ENCARGAN DE LLEVAR UN SUELDO A CASA Y ELLAS DE REALIZAR LAS LABORES DEL HOGAR

Sólo en las grandes ciudades y entre las parejas más jóvenes se rompe, poco a poco, con este desequilibrio


VITORIA. La sociedad vasca aún se encuentra muy lejos de los valores noreuropeos en lo que a reparto equitativo de las tareas reproductivas se refiere. De hecho, la implicación de los varones de la CAV en responsabilidades relacionadas con el cuidado de la casa y de la prole, se acercan más a los registrados en los países del Este de Europa que a los nórdicos y centroeuropeos. Sólo el 66% de los hombres que residen en Euskadi participa en la preparación de comidas, cuidado personal, trabajo doméstico y ocio de los hijos. A pesar de los avances registrados en los últimos tiempos en materia de igualdad entre sexos, la concepción clásica del reparto de labores cuenta todavía con un gran peso dentro de la CAV, si bien va perdiendo terreno dentro de las principales ciudades y entre las parejas más jóvenes.

En líneas generales, los hombres vascos se involucran más en las tareas productivas que en las reproductivas. Se ocupan de llevar un sueldo a casa y delegan las labores domésticas y el cuidado de los hijos a las mujeres. Según un informe desarrollado por la Universidad de Deusto, subvencionado por Emakunde y titulado Maternidad, paternidad y conciliación en la CAE, este alejamiento de las responsabilidades asociadas a la prole conduce a que, realizando una suma de todas las tareas desempeñadas tanto dentro como fuera del hogar, los varones residentes en la CAV sufran una carga total de trabajo menor que la que soportan los noruegos, suecos, eslovenos o británicos.

El informe destaca que las últimas investigaciones llevadas a cabo dentro de este campo han contribuido a que la sociedad y el ámbito científico consideren "problemático" el hecho de que el sexo se presente como el factor principal de discriminación en cuanto a la participación o no en las tareas reproductivas. A partir de una encuesta realizada en hogares de la CAV, el análisis concluye que las mujeres dedican de media 3 horas y 25 minutos al día a los trabajos domésticos, mientras que los hombres sólo invierten una hora y 19 minutos a esta actividad. Por contra, los varones emplean cuatro horas al trabajo remunerado y formación, mientras que las mujeres únicamente 2 horas y 49 minutos.

Las implicaciones que derivan de este evidente desequilibrio suponen que las horas que se "ahorran" los hombres al no dedicarlas a tareas domésticas, las invierten en sí mismos, en su propio crecimiento y mejora personal. Una postura que les permite mejorar sus condiciones de trabajo y su nivel de ingresos.

LENTO CAMBIO El estudio publicado por la Universidad de Deusto reconoce un "lento pero cierto cambio" de tendencias dentro de las denominadas "nuevas familias urbanas" que residen en la comunidad autónoma. Núcleos más jóvenes, dotados de un mayor nivel educativo y portadores de valores más igualitarios que se distancian, muy poco a poco, de las pautas tradicionales de división del trabajo doméstico en Euskadi.

Uno de los factores que contribuyen a este ligero aunque constante cambio de rumbo es la incorporación femenina al mercado laboral, conquista social que ha alterado la ley no escrita que asigna a las mujeres el trabajo reproductivo y a los hombres el productivo. "La concurrencia de este hecho sumada a otros factores sociales -apunta el documento subvencionado por Emakunde- ha provocado cambios en la estructura y dinámica de la familia, incidiendo en aspectos como la natalidad, la socialización de la prole y la redefinición de los roles en la pareja".

Dentro de las parejas jóvenes, ellos han ganado terreno a la igualdad en la realización de quehaceres tales como llevar a los niños al colegio, al médico, pasar con ellos las tardes y levantarse por la noche para atenderlos. También echan una mano en labores domésticas como limpiar los cristales, quitar el polvo, hacer las camas, poner la lavadora, tender la ropa o planchar.

No obstante, aún se aprecia una distancia notable entre hombres y mujeres a la hora de organizar el tiempo diario dentro de la sociedad vasca actual. Tareas tales como la preparación de la comida, recaen en el 80% de los casos en ellas mientras que ellos se encargan, en el 80-90% de las ocasiones, de efectuar aquellos trabajos domésticos relacionados con reparaciones y construcción.


Videoclip de animación sobre igualdad en el reparto de tareas domésticas. Es un fragmento de un cortometraje más amplio que ha recibido múltiples premios: 1er. premio en el Festival de Cine y Salud de Zaragoza (2009), premio especial del público y mención a la banda sonora. Ha sido realizado por alumnos del IES miguel Servet de Zaragoza.




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