9 de marzo de 2013

NO SOMOS UNA COSTILLA DE NADIE.



El anteproyecto de Ley 7/1985 de Bases de Régimen Local pretende la reducción de las competencias municipales centralizándolas en las diputaciones provinciales o en las siete comunidades autónomas uniprovinciales reduciendo el número de concejales y concejalas de forma que haya MÁS MERCADO Y MENOS ESTADO. Este nuevo proyecto nos lleva a la privatización de recursos y ganancias y a la socialización de las pérdidas alejándose cada vez más de la ciudadanía precisamente en aquella administración más cercana, la local, lo que supone una importante pérdida de democracia. 

Dicho esto:
? La reforma va a incidir negativamente en la igualdad entre hombres y mujeres porque en primer lugar suprime el artículo 26 de la Ley que permitía desde hace años tener planes de promoción de igualdad en consonancia con el artículo 9.2 de la Constitución.
? Discrimina a las mujeres del medio rural al eliminar la competencia a aquellos ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes.
? Restringe la autonomía local para responder a las demandas ciudadanas ignorando el mandato constitucional de promover la igualdad de Mujeres y Hombres en la vida local (políticas municipales de igualdad, objetivos evaluables, recursos humanos y materiales propios y adecuados).
? Dificulta enormemente el cumplimiento de la ley integral contra la violencia de Género de 2004 en su aspecto de asistencia social integral que exige la concurrencia de los ayuntamientos.
? Y, por último, atenta contra la democracia paritaria ya que la elección de 68.462 concejalías constituye el ámbito mas extenso de participación de mujeres directamente elegidas, la inmensa mayoría no retribuidas, en la toma de la decisiones.
Estamos viendo como las políticas de igualdad están siendo, más que recortadas, mutiladas, porque para el poder, la igualdad es la cabeza de turco de todas las políticas de austeridad
Desde la Organización en la que me integro, queremos elevar la voz para exigir que no haya más restricciones en los derechos de las mujeres; basta ya de feminizar la pobreza. Superamos en casi un punto el paro masculino, la brecha salarial sigue abriéndose cada día más, somos las peor paradas en la nueva ley de tasas del señor Gallardón y cada día tenemos menos oportunidades de participar en la vida política y social de nuestro país.
Las mujeres hemos demostrado estar capacitadas y tenemos derecho a tener las mismas oportunidades que los hombres. Ya ha sido bastante penoso durante siglos vivir en un mundo hecho por los hombres y para los hombres. NO SOMOS UNA COSTILLA DE NADIE.

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