10 de marzo de 2013

por conseguir una sociedad más justa, igualitaria y solidaria



AURORA MORENO Un año más, celebramos el 8 de marzo, expresando el compromiso de continuar trabajando por conseguir una sociedad más justa, igualitaria y solidaria en la que la participación política y social de las mujeres sea tenida en cuenta como un pilar básico en la construcción de la Igualdad de Oportunidades para mujeres y hombres.

El Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez en diferentes países europeos el 19 de marzo de 1911. Posteriormente, y tras varios acontecimientos históricos en todo el mundo que dieron lugar a mítines, protestas y manifestaciones en pro de los derechos de las mujeres, se reconoció el 8 de Marzo como Día Internacional de la Mujer en 1917.

En 1976, la ONU invita a todos sus países miembros a reconocer y conmemorar las múltiples contribuciones de las mujeres a sus sociedades, y a promover la toma de conciencia de la situación femenina y su lucha por vivir en un mundo con menos violencia, menos discriminación y mayor equidad en la distribución de las oportunidades.

Desde entonces y hasta ahora, gracias a la lucha incansable de millones de mujeres, que generación tras generación han contribuido a la transmisión de valores y del sentimiento de lucha por la igualdad real y efectiva, y a la incorporación necesaria de toda la sociedad, actualmente podemos decir que la situación de la mujer ha evolucionado considerablemente, aunque un siglo después todavía quedan muchos objetivos por alcanzar.

En el proceso de consecución de la Igualdad, la información y sensibilización de la ciudadanía han servido como herramientas fundamentales para romper las creencias y estereotipos sexistas. Herramientas que han favorecido, además, el cambio de actitudes y la toma de conciencia de la sociedad sobre la necesidad de trabajar en torno a la consecución de la igualdad entre mujeres y hombres, facilitando y reforzando el desarrollo de las políticas de igualdad.

Un eje básico en la construcción de la Igualdad de Oportunidades para mujeres y hombres es el de la conciliación de la vida familiar, personal, profesional y corresponsabilidad. Esta conciliación debe abordarse considerándola como una necesidad, tanto de las mujeres como de los hombres, y que requiere del compromiso y la implicación de toda la sociedad para hacerla factible.
La incorporación de las mujeres al trabajo remunerado y su participación en el ámbito público no se ha producido paralelamente a la participación de los hombres en el ámbito privado.

El empoderamiento de las mujeres y su plena participación en condiciones de igualdad en todas las esferas de la sociedad, incluyendo la participación en los procesos de toma de decisiones y el acceso al poder, son fundamentales para el logro de la igualdad, tal como se recoge en el Epígrafe 13 de la Declaración de Pekín de 1995.

Por lo tanto, la participación política y social de las mujeres debe ser tenida en cuenta como un pilar básico en la construcción de la Igualdad de Oportunidades para mujeres y hombres. Los pasos dados en los últimos años hacia la consecución de la igualdad para mujeres y hombres han permitido un importante aumento de la participación de las mujeres en ámbitos como el educativo y el del trabajo remunerado pero, sin embargo, no se ha producido un aumento paralelo de su participación en las estructuras de poder y de toma de decisiones. La participación política, sindical y asociativa de las mujeres Canarias aún sigue siendo minoritaria. Este es un indicador de que, a pesar del camino recorrido, la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres aún se encuentra pendiente de consecución.

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