28 de julio de 2011

Homenaje a Evita en Argentina

59 AÑOS SIN EL MITO
 
“La más odiada pero la más amada, la más agraviada pero la más venerada, hoy eternamente victoriosa, mirando a la historia con el amor de su pueblo y el reconocimiento, me atrevería a decir, de todos los argentinos”.

Cristina Fernández de Kirchner habló, claro, de Eva Duarte de Perón, Evita. La recordó bajo las estrellas, en la noche del martes, al cumplirse 59 años de su fallecimiento, de cara  al edificio donde funciona el ministerio de Salud y Desarrollo Social, cuya estructura, levantada en la avenida 9 de Julio, entre Moreno y Belgrano, está íntimamente asociada a la figura de la “abanderada de los humildes”.


Fue allí donde Eva le comunicó en agosto de 1951 a una multitud que desistía de acompañar como vicepresidente a Juan Domingo Perón en los comicios de ese año. La presión militar había sido considerable y ella, que ya estaba enferma, decidió dar un paso al costado con una frase que quedaría entre los más selectos aforismos de la política de este país: “renuncio a los honores pero no a la lucha”.


Tema central del musical "evita" interpretado por Paloma san Basilio. Imagenes de la vida de Eva Peron

Al caer el peronismo, se recordará, el cadáver de la esposa de Perón fue vejado y escondido en Italia. La espesura de ese odio generó el efecto contrario. Evita sería objeto de una mayor veneración por parte de los vencidos  y, también, forzadas interpretaciones. “¿Aventurera o militante?”, fue el título de un libro que en 1962 escribió, en clave existencialista, el ensayista Juan José Sebreli (libro del cual se arrepentiría luego). Evita también sería en 1975 la estampa religiosa de la ultraderecha peronista, cuyo cuerpo fue traído de vuelta al país en medio de un desfile de matones armados.
Muy pocos ponen en duda la dimensión mítica de Eva a estas alturas. La presidenta ha ido más allá: asegura que ella ya no es solo del peronismo y se ha convertido “en un icono cultural e histórico de todos los argentinos”. Todos, subrayó. Y, por eso, ella ahora oteará desde lo alto a los que atraviesen la principal avenida de la ciudad de Buenos Aires.
Bajo la advocación presidencial quedó inaugurada una nueva postal capitalina. El retrato de Eva, gigante, silueteado en hierro, sobre el lateral sur del Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Las imagen se ha inspirado en el retrato de Ernesto Guevara en la Plaza de la Revolución, en La Habana. En rigor, serán dos. En la noche del martes solo se hizo visible el primero. Una Eva de rostro apacible, como la ilustrada en la segunda página de La Razón de mi Vida, el libro autobiográfico que los chicos argentinos leían en los años 50. “La quise mirando al sur, hacia las fábricas, hacia los puentes que miles de trabajadores cruzaron el 17 de octubre para liberar a Perón”, explicó la presidenta. La otra imagen, en construcción, se erguirá en la cara opuesta: una Eva desafiante, la del 22 de agosto de 1951, aquella noche de la renuncia a los honores.
Dos Evas contrapuestas, en cierto sentido antagónicas, pero que tienen, para Cristina Fernández, un mismo objetivo.“Que sea símbolo de unidad de todos los argentinos, de superar viejas antinomias. Que desde la historia nos enseñe que es necesaria la unidad nacional para lograr los grandes objetivos”, dijo.
Cristina K.  inauguró el retrato frente a una multitud, en momentos de una polarización en cierto sentido semejante a la que experimentó el primer peronismo. Se ama o se odia. La línea divisoria no admite matices y se hará más infranqueable a medida que se acerquen las elecciones de fines de octubre, en las que la presidenta se juega su reelección. “Esa mujer, desde el fondo de la historia, nos enseña que nada se obtiene sin sacrificio, que enfrentarse a los poderosos tiene un precio”, arengó.
El próximo domingo, los habitantes de la capital participarán de la segunda vuelta en la que se decide el nombre del jefe de Gobierno de la ciudad. El magnate Mauricio Macri tiene su reelección asegurada. Macri aparece por estas horas como el gran referente opositor. Su candidato en la provincia de Santa Fe, la segunda en importancia del país, Miguel del Sel, un humorista obsceno que suele travestirse y denigrar a las mujeres, quedó en segundo lugar, detrás del socialista Hermes Binner, y se convirtió en la revelación política de la semana. Pero Macri no participa de las presidenciales de octubre. Decidió preservar su territorio, convencido de que Cristina K. sería imbatible. “Terminó la luna de miel con la Presidenta”, sentenció desde las páginas de La Nación, el columnista Joaquín Morales Solá, después de las sucesivas derrotas electorales del oficialismo y la que se augura en la provincia de Córdoba, antes de la batalla final. Por estas horas, la oposición, a pesar de estar dispersa, cree que es posible torcer la historia. Para algunos de ellos, los retratos de Eva, construidos con el tono de la estética kirchnerista, tienen los días contados.

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