28 de diciembre de 2011

Ejército desconoce orden judicial que prohíbe los "test de virginidad" en Egipto


"La corte ordena que se detenga la ejecución del procedimiento de pruebas de virginidad sobre mujeres dentro de las prisiones militares", firmó el juez Ali Fekry, jefe del tribunal administrativo de El Cairo ante cientos de activistas que, dentro del tribunal, aplaudía la lectura del dictamen.

La orden llegó gracias al caso presentado por Samira Ibrahim, una mujer que dijo que el Ejército la forzó junto a otras seis a someterse a una prueba de virginidad en marzo, después de que fueron arrestadas durante una protesta en la plaza Tahrir de la capital

Amnistía Internacional ya había denunciado el episodio en un informe publicado unas semanas después de la manifestación del 9 de marzo en la plaza central de El Cairo. Según documentó la ONG, las manifestantes apresadas fueron golpeadas, les aplicaron descargas eléctricas y las desnudaron. Fueron amenazadas con cargos de prostitución y obligadas a someterse a controles de virginidad.

Las "pruebas de virginidad" son una forma de tortura cuando se realizan a la fuerza o bajo coacción, se explica en el documento. "El obligar a las mujeres a someterse a «pruebas de virginidad» es absolutamente inaceptable. Su finalidad es degradar a las mujeres por el hecho de ser mujeres. Todos los miembros de la profesión médica deben negarse a participar en estas supuestas «pruebas»", afirmó AI.

El responsable de la Autoridad Judicial Militar señaló en un comunicado divulgado por la agencia estatal de noticias MENA que el fallo que prohíbe los controles no puede aplicarse porque no hay una decisión previa de imponer las pruebas de virginidad a las detenidas, y que si alguien lo hace se trataría de un caso individual que requeriría una investigación penal.

Días atrás, un tribunal militar dijo que los casos de pruebas forzadas de virginidad de los que se ha informado fueron transferidos al Tribunal Militar Superior y que el personal acusado de participar en enfrentamientos violentos y violaciones de derechos humanos contra los manifestantes será procesado. Organizaciones de derechos humanos dicen que el Ejército ha realizado muchos otros exámenes de este tipo.

Aun cuando niegan que la práctica sea generalizada, meses atrás un militar de alto rango confirmó para la CNN lo usual de los controles En esa oportunidad aseguró que el objetivo es evitar futuras denuncias de violación en los penales egipcios. Sin embargo, este tipo de tortura, tal como lo tipifica AI, es habitual en sociedades que relacionan la actividad sexual de las mujeres solteras con el ejercicio de la prostitución.
La cúpula militar nunca admitió haber realizado los controles entre las detenidas por lo que ahora tampoco reconoce el dictamen. La práctica está considerada como tortura


La organización internacional de Derechos Humanos sostiene que esta práctica, utilizada en las cárceles egipcias posterior a la caída de Mubarak, degrada a la mujer



Amnistía Internacional denunció en un informe publicado unas semanas después de la manifestación del 9 de marzo en la plaza central de El Cairo que las manifestantes apresadas fueron golpeadas, les aplicaron descargas eléctricas, las desnudaron. Fueron amenazadas con cargos de prostitución y obligadas a someterse a controles de virginidad.

Las "pruebas de virginidad" son una forma de tortura cuando se realizan a la fuerza o bajo coacción, se asegura en el documento. "El obligar a las mujeres a someterse a «pruebas de virginidad» es absolutamente inaceptable. Su finalidad es degradar a las mujeres por el hecho de ser mujeres. Todos los miembros de la profesión médica deben negarse a participar en estas supuestas «pruebas»", afirmó AI.

Y exige que "todas las fuerzas armadas y de seguridad reciban instrucciones claras de que la tortura y otros malos tratos, incluidas las «pruebas de virginidad» forzosas, ya no se tolerarán, y se investigarán a fondo. Los responsables de esos actos deben comparecer ante la Justicia, y las valerosas mujeres que han denunciado estos abusos deben contar con protección frente a las represalias".

Salwa Hosseini relató que, tras ser detenida y conducida a una prisión militar en Heikstep, la obligaron a quitarse toda la ropa para ser registrada por una guardia de la prisión, en una habitación con las puertas abiertas y una ventana. Durante el registro sin ropa, afirma que unos soldados se asomaron a la habitación y tomaron fotografías de las mujeres desnudas. Después, un hombre con bata blanca las obligó a someterse a "pruebas de virginidad" en otra habitación.

Cuando un militar de alto rango confirmó para la CNN estas prácticas, aseguró que el objetivo es evitar futuras denuncias de violación en los penales egipcios. Sin embargo, este tipo de tortura, tal como lo tipifica AI, es habitual en sociedades que relacionan la actividad sexual de las mujeres solteras con el ejercicio de la prostitución.

En la declaración del militar el prejuicio queda claro: "Las niñas que fueron detenidas no eran como su hija o la mía. Son manifestantes que habían acampado con hombres en las tiendas de campaña de Plaza Tahrir, en las cuales se hallaron cócteles Molotov y drogas".



A esta situación hay que sumarle la gravedad de las penas que las mujeres deben enfrentar si se las acusa de prostitución en el mundo árabe.



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