27 de abril de 2013

Mujeres siguen ganando menos que los hombres


Paradójicamente, en las potencias del mundo es donde más se vulnera el derecho de igualdad en el trabajo.
Por JUAN FELIPE SIERRA SUÁREZ | Publicado el 21 de abril de 2013


La brecha salarial entre hombres y mujeres en el mundo parece en principio que se estrecha, pero la realidad es diferente porque lo que se observa en países desarrollados y ni qué decir en los emergentes, deja mucho que desear.


En el caso de E.U. la disyuntiva económica de equidad y eficiencia se hace más notable, donde el sexo femenino se gana en promedio sólo el 79 por ciento del salario del que devengan los hombres, cumpliendo actividades laborales semejantes, según un estudio del Instituto de Investigación de Políticas para las Mujeres de E.U.

Se encontró que las remuneraciones promedio de las mujeres son menores que las de los hombres en casi todo tipo de ocupaciones, situación que sorprende porque décadas después de que las mujeres empezaran a ganar más espacios en la fuerza laboral, todavía hay una dura tarea por hacer a nivel de equidad, ya el tema de la eficiencia sí avanza a pasos agigantados en las empresas.

También la Oficina de Estadísticas Laborales de E.U. da cuenta de ello, porque cinco mujeres de cada diez dicen que han encontrado discriminación laboral por razón de género, y el 35 por ciento señala que la ha hallado en el sitio de trabajo, mientras el 15 por ciento en contextos sociales, y un 14 por ciento cuando va de compras.

Esta situación es real al punto de que el presidente Barack Obama firmó en 2008 una ley para igualar el derecho al trabajo, buscando la equidad en la remuneración entre hombres y mujeres.

"El presidente Obama reconoció el problema pero todavía no se ha reducido la brecha. La mayoría de mujeres está afectada porque no se tienen políticas públicas que las beneficien, por ejemplo, con la licencia de maternidad pagada o días de licencia por incapacidad remunerada. Simplemente no se les paga. Por eso es más difícil que las mujeres puedan subir en su carrera laboral", dijo a este diario desde Washington, Claudia Williams, investigadora del Instituto de Investigación de Políticas para las Mujeres de E.U.

Por el mismo motivo, los empleadores se abstienen de darles ciertas oportunidades a las mujeres porque, según ellos, se podían llevar sorpresas porque pueden quedar embarazadas, dejarían tirado su puesto o podrían ser más débiles en determinadas actividades.

"La situación en E.U. es mucho peor que en Latinoamérica, porque a las personas no se les pagan los días no laborados por enfermedad, esto funciona tanto para hombres como para mujeres. Como no hay una ley al respecto, la mayoría de las empresas no quieren darles a los trabajadores este beneficio, hay algunas que lo hacen pero en el caso de las mujeres es mucho más grave", agregó la investigadora del Instituto norteamericano.

Esta entidad construye indicadores sobre brecha salarial desde 1980, al igual que empleo; democracia y sociedad; pobreza y bienestar; todas con el papel de la mujer en cada uno de estos ámbitos.

Realidad en evidencia
Pero la situación en E.U. no es solo la que preocupa. Según el Comité para la Eliminación de la Discriminación de la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en países desarrollados como Noruega, las mujeres ocupaban en 2008 solo el 6,6 por ciento de los puestos directivos en empresas públicas, por lo que el Gobierno de ese país tomó medidas que les exige a las empresas públicas contar con al menos el 40 por ciento de mujeres en puestos ejecutivos, algo que han trado de llevar también al sector privado.

Según los últimos reportes que tiene el Centro de Investigación para el Liderazgo de la Mujer, del Incae Business School, en general en el mundo, las mujeres ganan un 17 por ciento menos que los hombres y esto teniendo en cuenta los siguientes elementos: que sean de la misma edad, que trabajen en un mismo sector económico o industrial y tengan la misma educación.

"Es paradójico que hasta en los países nórdicos donde se supone hay más equidad, también se presenta esta situación, según el Foro Económico Mundial. En la lista de los mejores cinco países que ellos publican sobre brecha de género, también tienen el mismo problema de discriminación salarial. Podríamos decir que es un problema de mentalidad porque es claro que a las mujeres les cuesta pedir una mejor remuneración, les cuesta más el proceso de negociación. Tienden a ser más conservadoras, a correr menos riesgos y esto de pedir un aumento es considerado como una amenaza para su estabilidad laboral", dijo a este diario Lucienne Rodríguez, investigadora del Incae Business School de Nicaragua.

El mundo está cambiando de una manera increíble, en educación, las mujeres tienen más formación que los hombres. En la mayoría de países se presenta que más mujeres están mejor preparadas y la tasa de fertilidad está bajando también.

Malestar estadounidense
Una reciente encuesta desarrollada por Public Opinion Strategies y Hart Research para el New York Times, indica que el 84 por ciento de las mujeres en E.U. cree que se les paga menos que a los hombres en el desempeño de un trabajo equivalente y, además, el 35 por ciento opina que sufre discriminación en su empleo.

La proporción de mujeres que opina que la mayoría de ellas no puede tenerlo todo sin hacer muchos sacrificios, ya sea en su carrera laboral o en el hogar, bajó del 78 por ciento en 1997 al 66 por ciento en 2013.

La encuesta fue hecha entre el 5 y el 8 de abril pasados, y se entrevistaron a 1.000 adultos en todo E.U.

Kay Hymowitz, investigadora del Manhattan Institute, quien ha escrito sobre niñez, familia, pobreza y discriminación en América, explicó al diario neoyorquino, que el Departamento del Trabajo de E.U. define que la jornada laboral completa es de 35 horas por semana o a veces hasta más. "El o hasta más se refiere en mayor probabilidad a trabajadores masculinos que a femeninos. Según el Departamento, casi el 55 por ciento de trabajadores que registran más de 35 horas laboradas por semana, son hombres".

Agregó la investigadora que en 2007, el 25 por ciento de hombres que trabajaban a tiempo completo se refería a 41 o más horas, comparadas con el 14 por ciento de trabajadores femeninos de jornada completa. "En otras palabras, la brecha salarial se entiende por la diferencia de género, no por las capacidades", puntualizó Hymowitz.

ANÁLISIS

Diversidad de género, buena estrategia empresarial



SUSAN A. CLANCY.
Ph D Experimental Psychology, Harvard University

Hoy en día, las mujeres en Latinoamérica tienen igual o mayor educación formal que los hombres. Así mismo, la participación de las mujeres en la fuerza laboral ha venido creciendo de una manera exponencial. Hoy se estima que las mujeres componen aproximadamente el 50% de la fuerza laboral profesional.

Sin embargo, a pesar de ello, las posiciones de alto mando a través de las distintas industrias siguen dominadas por los hombres. El porcentaje de mujeres en las juntas directivas y en los equipos ejecutivos permanece estático en cerca de un 15%, y solamente un 3% si hablamos de los CEO de las empresas de la Lista Fortune 500. De acuerdo al Latin Business Chronical, solamente el 1,8% de las empresas latinoamericanas están dirigidas por mujeres. Es más, al realizar un promedio de las dos medidas que definen el empoderamiento de las mujeres en el reporte de la Brecha de Género del Foro Económico Mundial (participación económica y empoderamiento político) vemos que actualmente Colombia se encuentra en la posición número 69 en el mundo en cuanto al empoderamiento femenino. Algunos se preguntarán ¿y qué importa? Datos del Centro de Liderazgo de la Mujer de Incae indican que a la mayoría de los líderes (hombres) del sector público y privado no les importa.

Debería de interesarles ya que en el siglo 21, la diversidad de género en el liderazgo es un factor crítico para la competitividad organizacional. Basado en datos públicamente disponibles de la lista de Empresas Fortune 500, a través 5 distintos sectores se puede observar un vínculo claro entre la diversidad de género en los equipos de alto mando gerencial y el desempeño financiero corporativo. Aquellas empresas con la más alta representación de mujeres en sus equipos de alta dirección experimentan un mejor desempeño financiero. Su Retorno sobre el Capital (ROE) es 35% más alto, y la Rentabilidad Total del Accionista (TRS) es 34% más alta.

Si bien es cierto que una correlación no indica causalidad. Sin embargo, aquí encontrará dos razones concretas sobre el porqué es probable que sí sean las mujeres las que causen este efecto positivo: La primera razón tiene que ver con el creciente poder de mercado de las mujeres. Dentro de los últimos 50 años la participación de la mujer en la fuerza laboral ha sido desbordante. Mundialmente las mujeres hoy en día controlan alrededor de 20.000 millones de dólares en gastos anuales, y esta cifra se espera que crezca a 28.000 millones para el 2016 – lo que los economistas están llamando el mercado emergente más grande en la historia del mundo (más grande que China e India combinadas). La segunda razón tiene que ver con el manejo estratégico del talento. Las mujeres son la mitad de la fuerza laboral profesional, pero los líderes son seleccionados solamente de la otra mitad. La diversidad de género no tiene que ver con los valores, más bien tiene que ver con el valor agregado.

EN DEFINITIVA

El mundo avanza en materia de competitividad y eficiencia pero en materia de equidad está todavía atrás. Las mujeres todavía están relegadas salarialmente.


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