14 de septiembre de 2011

Mamás comprometidas

Cada vez es más difícil conciliar la vida laboral y familiar. La mayoría de mujeres trabajan al mismo tiempo que son mamás y amas de casa. A pesar de ello, según el II Informe Nacional sobre la Infancia en España 2011, elaborado por Chicco, la desigualdad en el cuidado de los hijos sigue siendo abismal. Mientras las madres dedican entre 9 y 16 horas a estar con sus pequeños, los padres apenas llegan a las cinco horas diarias. Esta falta de tiempo y dedicación por ambas partes desemboca en numerosas ocasiones en un sentimiento de culpabilidad, ya que la mayoría desearía pasar más tiempo con ellos.
No obstante, a pesar de la falta de tiempo y de las diferencias horarias, tanto padres como madres se complementan en la educación de sus hijos. Ambos consideran que durante el primer año de vida deben ser más flexibles en ciertos aspectos como darle de comer cuando lo pide o cogerle en brazos cuando llora. Sin embargo, pasados los primeros meses y hasta los tres años, se vuelven más estricos en cuanto a la obediencia, la disciplina o el orden, siendo más severas las madres en estos aspectos.
Las guarderías son consideradas un pilar fundamental en la educación de sus hijos, seguidas por los abuelos. Por ello, a la hora de elegir centro infantil lo primero que tienen en cuenta por orden de importancia es la calidad de la educación, la valoración global de la guardería y la atención personalizada.

Compromiso
Este estudio, realizado con niños de hasta cinco años, asegura que las madres están más comprometidas que los padres. La mitad de las españolas ha tenido que dejar su trabajo para cuidar de sus hijos, mientras que sólo un tercio de los padres ha llegado a esta situación. Sin embargo, el motivo de tomar esta decisión es completamente diferente. Mientras ellas deciden dejar sus puestos para dedicarse al cuidado de sus hijos, ellos lo hacen o bien porque no cuentan con ayudas familiares o porque no disponen de los recursos económicos necesarios para contratar guarderías o cuidadores. Ante esta situación, más de la mitad de los padres y las madres coinciden en que sólo dejarían su trabajo si su pareja ganara lo suficiente para mantener a la familia. Incluso algunos, sobre todo ellas, estarían dispuestos a una reducción de sueldo para pasar más tiempo con sus pequeños.
Por otra parte, ambas partes consideran que trabajar fuera de casa no tiene porque afectar a la relación con sus hijos. No obstante, pedir permiso por maternidad sí que puede traer consecuencias negativas para su carrera profesional.
Todas estas conclusiones, recogidas en el estudio de Chicco, derivan en una última cuestión: las madres se valoran más que los padres. Es decir, ellas consideran que cumplen con sus obligaciones como mamás, mientras que ellos aseguran no dedicar el tiempo suficiente a sus pequeños y, por tanto, no estar a la altura de las circunstancias. El problema de esta situación es que se sigue asignando a las mujeres el rol de 'cuidadoras', asumiendo casi la totalidad de la responsabilidad educativa de los hijos.

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