22 de diciembre de 2011

Rajoy y su plan para la brecha salarial

Una hora y 24 minutos duró el discurso de investidura de Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados, en el que desgranó 12 reformas legales. Entre ellas, hay al menos tres que afectan directamente a las mujeres: un plan contra la brecha salarial, otro sobre conciliación y el impulso a la dependencia. No hizo ninguna mención a la ley del aborto o a la de violencia machista, dos normas que los populares habían prometido modificar durante la campaña, aunque eso no significa que el futuro Gobierno no contemple una remodelación en los próximos cuatro años. Y, al menos, tampoco ha dicho que vaya a tocar la Ley de Igualdad.

El primer compromiso es el anuncio de un plan especial "a favor de hombres y mujeres en el ámbito laboral, a fin de luchar contra la discriminación salarial entre sexos". Rajoy se ha hecho eco así de una de las principales demandas de las trabajadoras, que cobran entre el 10% y el 12% menos que sus homólogos masculinos por el mismo trabajo, según un estudio de la empresa de recursos humanos ICSA en colaboración con la escuela de negocios Esade. Una cifra que se ha reducido en los últimos años no porque haya una equiparación de salarios mayor, sino porque los hombres en puestos ejecutivos están más afectados por la crisis, dado que son mayoría. Es decir, no es que aumente el sueldo de las directivas, que se mantiene, sino que descienden los sueldos masculinos por efecto de la situación económica.
Ante esta situación, Rajoy se ha comprometido a tomar medidas, aunque de momento no ha explicado cómo.
Otra de las propuestas, también lanzada sin más aclaraciones, es la de impulsar la "conciliación de la vida laboral, personal y familiar, incluyendo el desarrollo del teletrabajo". Una de las novedades del discurso del PP en la pasada campaña electoral fue la de abordar las políticas de igualdad desde el punto de vista de que la principal barrera para que sea efectiva es la conciliación. Aunque sí ha mantenido su discurso radicalmente opuesto a las cuotas femeninas.
Así se puso de manifiesto durante el único debate por televisión de la pasada campaña electoral. El aspirante socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, puso sobre la mesa la igualdad en sentido amplio, pero Rajoy centró el asunto en la conciliación y aseguró que sus colaboradoras no solo desempeñan muy bien su puesto profesional, sino que también se ocupan de sus familias. En ese aspecto, ambos candidatos coincidieron en el mismo punto: "Ellas concilian más que ellos".
Para un poco más de concreción sobre lo que puede suponer el compromiso de Rajoy, basta con mirar el programa electoral. En sus 100 propuestas para el cambio, el PP anunciaba: "Aprobaremos un plan integral de apoyo a la conciliación de la vida laboral, personal y familiar de hombres y mujeres, cuya finalidad principal sea la eliminación de obstáculos que limiten esa conciliación. Incorporaremos incentivos fiscales para aquellas empresas que creen guarderías en sus centros de trabajo. Promoveremos la flexibilización de los horarios en el trabajo y en los centros escolares, así como medidas de promoción del teletrabajo".
El tercer anuncio del presidente electo se refiere a la dependencia. Afecta a la mujer directamente en tanto que la mayoría de las cuidadoras de los dependientes son mujeres. El discurso escrito enviado a los medios por el PP no incluía ninguna mención a la dependencia, pero Rajoy sí la ha dejado caer en su intervención en la tribuna. "Manifestamos nuestra voluntad de mantener y mejorar el servicio a la dependencia", ha sido su compromiso. Ninguna mención más. En campaña electoral, Rajoy condicionó la viabilidad de la dependencia a la situación económica.
El presidente electo tiene una difícil tarea de gobierno, como él mismo ha puesto de manifiesto en su discurso. Tiene cuatro años por delante para cumplir sus propias promesas, esperemos que no relegue las que afectan directamente a las mujeres.

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