1 de diciembre de 2011

Una discoteca de Mallorca sorteará una operación de aumento de pecho entre sus clientas

Una discoteca de Palma de Mallorca sorteará una operación de aumento de pecho entre sus clientas, en una polémica promoción que ha originado las denuncias del Instituto Balear de la Mujer y de algunos partidos políticos.

La sala de fiestas Es Fogueró ha organizado un acto el próximo lunes en el que sorteará un cheque regalo valorado en 4.500 euros entre las mujeres que asistan, con el que la ganadora, entre otras cosas, se podrá someter a esta intervención quirúrgica de aumento de pecho, según ha informado el Govern balear en un comunicado.

El Instituto Balear de la Mujer ha pedido la suspensión del sorteo y ha informado del hecho al Observatorio de Publicidad del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad por considerar que atenta contra la mujer. La entidad ha asegurado que en este tipo de actos "se presenta a la mujer como un objeto erótico, frívolo y sujeto a la instrumentalización de su cuerpo" y ha subrayado que la promoción concreto "atenta contra la dignidad de las mujeres".
El organismo autonómico ha instado a la empresa organizadora del acto a la retirada inmediata de estos premios o a su modificación por otros que respeten el derecho a la igualdad y la no discriminación por razón de sexo.

Estereotipos y banalizaciones

La coalición PSM-IV-ExM ha sido la encargada de denunciar ante el Instituto de la Mujer a la discoteca de Palma que ha organizado la rifa de la operación de estética para chicas valorada en 4.500 euros.
En la denuncia se solicita la retirada de la publicidad de la promotora musical Club 25, que pretende sortear un premio consistente en un vale para llevar a cabo la referida operación de estética.
PSM-IV-ExM considera "sexista" este tipo de eventos y promociones "que fomentan la consideración de la mujer como objeto sexual y fomentan el culto a la belleza basada en el estereotipo juvenil". Asimismo, creen que esta publicidad supone "un acto de humillación" de la mujer como objeto de deseo con una única finalidad comercial y, además, promueve "la banalización de una operación estética sin tener en cuenta que se trata de una intervención hospitalaria que siempre supone un riesgo para la salud".

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