Medio siglo de Caballé
La soprano festeja su debut en el Liceu con una gala y una exposición
El 7 de enero de 1962 Montserrat Caballé debutó en la ópera de su ciudad, el Gran Teatre del Liceu, interpretando Arabella, de Richard Strauss, que se estrenaba en España. La soprano recordará esta noche aquel día tan especial con un concierto en el que volverá a cantar con el tenor Josep Carreras, con el que formó pareja artística en numerosas ocasiones, los barítonos Joan Pons y Carlos Álvarez y su hija Montserrat Martí, que ha heredado la pasión por l
Montserrat Caballé es una de las cantantes con una carrera más longeva. Celebró sus bodas de oro profesionales en Basilea (Suiza), donde debutó cantando Mimí, en La bohème, en 1956. El de hoy no será el primer homenaje que reciba ni el último, aunque tal vez sí el más emotivo.
Otra noche con Montserrat Caballé, título de la gala, contará con la Orquesta Simfònica del Gran Teatre del Liceu, dirigida por José Collado y el coro que capitanea José Luis Basso. Antes del inicio y durante el entreacto los fans de Caballé serán los primeros en poder disfrutar de una exposición en el balcón del Foyer centrada en la dilatada carrera de la soprano, que, a sus 78 años, sigue llena de proyectos. La exposición contará con una exhibición de algunos de los vestidos que la soprano lució en el teatro lírico de La Rambla, donde interpretó todo tipo de papeles, desde Cio-Cio San de Madama Butterfly a doña Elvira de Don Giovanni, pasando por Maria Stuarda, Aida, Norma y Lucrecia Borgia, entre otros. Fotografías, paneles explicativos y programas de mano servirán para hacerse una idea de la huella que la soprano ha dejado en el Liceu, uno de los teatros más importantes para ella, en el que le gustaba actuar durante el periodo navideño para compatibilizar el contacto con su familia y su carrera, un verdadero encaje de bolillos para una diva reclamada en los mejores templos líricos.
Hace medio siglo, cuando empezaba los ensayos deArabella en el Liceu, lo primero que hizo Montserrat Caballé fue subir hasta el Conservatori del Liceu, que estaba al lado del Gran Teatre. «Nada más cruzar la puerta dije: 'Mi sueño se cumple», recordó la soprano en una entrevista con EL PERIÓDICO. Entre aquellas paredes había estudiado durante 12 años canto, solfeo y piano. Su esfuerzo, sumado a los valiosos consejos de sus profesoras Conchita Badía y Eugenia Kemmeny, y sus pinitos profesionales en Basilea (Suiza) y Bremen (Alemania) habían sido claves para poder presentarse ante el exigente público liceista.
DISCO NUEVO / También habrá hoy a disposición del público un disco que recoge algunos de los mejores momentos de la Caballé en el Liceu. Se trata de un triple CD que repasa su historia en el coliseo a través de grabaciones para Radio Nacional de España que, pese a las deficiencias del sonido, tienen un gran valor.
«Sería interminable relatar las noches de éxito en el teatro», ha declarado la cantante. «Caballé ha sido la espina dorsal del Liceu», ha reconocido Joan Matabosch, director artístico del teatro. A lo largo de su carrera ha interpretado más de 100 roles, muchos de ellos en el Liceu, de un repertorio que va del barroco y el bel canto a compositores como Puccini, Verdi, Wagner y Strauss. Trabajadora incansable, pese a su «delicada salud de hierro» como suele decir, nunca ha dejado de cantar. La música ha sido su mejor terapia. Baste recordar que celebró su 40 aniversario en el Liceu interpretando la ópera Enrique VIII, de Saint-Saëns.a música de su madre.
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