La maternidad te otorga un sexto sentido para que a tus niños no les falte de nada. Ser madre te hace sabia, repítetelo cada día.
"Soy sabia"
Cada día ejerzo de cuidadora, maestra, cocinera, educadora y psicóloga. A veces, también hago de costurera, enfermera y policía. Soy persuasiva, sé motivar, delegar y resover problemas de forma creativa. No me acuesto una noche sin planificar el día siguiente, sin hacer repaso de cómo ha ido este y sin preguntarme: "¿Qué puedo hacer para mejorar?".
Puedo adaptarme a continuos cambios de planes. No me gustan los conflictos, no me cuesta pedir perdón y me gustan los tratos que se cierran con besos y abrazos. También soy bastante intuitiva. Con solo ver las caritas de mis hijos al salir del cole, sé si han pasado un buen día o si necesitan que les consuele por algo. Me basta mirarles a los ojos para saber si lo que tienen es sueño o unas decimillas de fiebre. Es por mi olfato, que rara vez me falla. Por eso sé si el pañal está cargadito, sin necesidad de comprobarlo con mis propios ojos o si mis hijos traman una de las suyas, aun estando en otra habitación.
Por: Pilar Ponce de León
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