8 de agosto de 2012

Muere Chavela Vargas a los 93 años


La cantante ha fallecido en México a consecuencia de sus problemas pulmonares

La cantante mexicana de origen costarricense Chavela Vargas ha muerto este domingo a los 93 años en el hospital mexicano donde estaba ingresada desde hace una semana a consecuencia de una insuficiencia respiratoria.

Su médico en el hospital de Cuernavaca, José Manuel Núñez, había indicado que la situación de la artista, que tuvo que ser ingresada a su regreso a su país natal tras estar hospitalizada en España, era grave y que se negaba a aceptar un respirador artificial. "Ella estuvo muy consciente hasta el último momento, y expresó buenos deseos para que México, que esta muy convulsionado, mejore y dijo que se lleva los mejores recuerdos y los aplausos de sus público", explicó Nuñez.

"Silencio, silencio: a partir de hoy las amarguras volverán a ser amargas... se ha ido la gran dama chavela vargas", se informaba hoy en su cuenta de Twitter.

Ayer en su cuenta de Twitter, Chavela Vargas expresó: "Yo no me voy a morir porque soy una chamana y nosotros no nos morimos, nosotros trascendemos".

La cantante, cuyo nombre real era Isabel Vargas Lizano, ofreció su último recital el pasado 10 de julio, en la Residencia de Estudiantes en Madrid, a partir de un disco dedicado al poeta Federico García Lorca. El esfuerzo la llevó de nuevo al hospital.

Nacida en Costa Rica, el 17 de abril de 1919, emigró de adolescente al México de después de la Revolución, donde se hizo amante de la pintora Frida Kahlo (1907-1954) -se declaró abiertamente homosexual en 2000- y comenzó a cantar en los años 50.

El primer éxito de su carrera, "Macorina", le agarró en Cuba, adonde había ido para una sola actuación y se quedó dos años. Como tantas otras -"Luz de luna", "La llorona"- la voz de Chavela convirtió el tema en inmortal. La mujer que bebía y retaba como un hombre -nunca quiso ser damisela en apuros, nada más lejos de su naturaleza- y que se paseaba con pistola, se volvió favorita de los grandes compositores mexicanos, como Agustín Lara y José Alfredo Jiménez.

Sus problemas con el alcohol la mantuvieron durante muchos años lejos de los escenarios hasta que el 1990 dejó de beber y reapareció con un concierto en Sevilla. Fue España quien la devolvió a la primera línea.

En la última entrevista que ofreció a este diario, Núria Martorell le preguntó ¿A qué le teme? Y su respuesta fue: "A nada. La muerte me encontrará libre, sin yugos. Siempre digo que el camino está lleno de piedras. Algunas preciosas, otras corrientes y muchas amargas. Pero, ¿tú sabes cuándo vendrá? Quiero platicar con ella". Así estarán ahora. De cháchara. Embriagadas de tanta(s) vida(s).



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