La pérdida definitiva de la regla, aunque causa molestias, no debe entenderse como una enfermedad
En las sociedades orientales, la llegada a la menopausia es para la mujer símbolo de madurez y sabiduría. Lejos de eso, en los países occidentales la menstruación se asocia a la juventud, y la pérdida definitiva de la regla, a la vejez en el sentido más negativo posible. Una relación comprensible hace cientos de años, cuando la menopausia coincidía con la etapa final de la vida, pero no ahora que la esperanza de vida de la mujer ronda los 83 años y la menopausia aparece más o menos a los 50.
«La mujer pasa un tercio de su vida en la menopausia y tiene que afrontar esta etapa con naturalidad», explica la ginecóloga responsable del Área de Menopausia del Hospital Clínic, Magda Durán. Precisamente la angustia generalizada con que viven las mujeres este periodo llevó a Durán a escribir el libro Menopausia, ¡naturalmente! , donde desmonta los tópicos y mitos que envuelven este proceso fisiológico: «Se ha hablado poco del tema y en cambio es una etapa perfecta para disfrutar de muchos placeres de la vida».
Si bien es cierto que la menopausia produce molestias, como sofocos, irritabilidad o disminución de la libido, por suerte cada vez hay más métodos para combatirlas. Existen dos tratamientos: el hormonal, que se recomienda durante un periodo máximo de cinco años excepto en menopausias precoces, donde se suele mantener hasta alcanzar la edad fisiológica de la menopausia; y la fitoterapia, un tratamiento basado en los beneficios de las plantas.
«El 70% de las mujeres presentan síntomas que afectan a su rutina y un tercio de ellas ven alterada su calidad de vida», explica Durán. En este último caso es recomendable apostar por el hormonal, que, en contra de la creencia extendida de que es peligroso, da muy buenos resultados en las mujeres que no presentan ningún riesgo añadido (antecedentes de trombosis, enfermedades del hígado, cáncer hormono-dependiente y lupus). Tampoco es cierto que aumente la probabilidad de desarrollar un cáncer. Lo que ocurre, según Durán, «es que las posibilidades de padecer uno crecen con la edad».
Para estos casos en que el tratamiento con hormonas está contraindicado, y también en las mujeres que tienen síntomas leves, el tratamiento a base de plantas es el más recomendable. «Cada vez hay más evidencia científica en el campo de la fitoterapia que nos permite utilizar productos naturales para aliviar los síntomas», explica Durán. Las isoflavonas de soja, la salvia y la onagra son algunas de las plantas utilizadas en estos casos.
Aprender la lección
Más allá de tratamientos paliativos, es cierto que muchas mujeres viven con miedo esta etapa y pueden llegar a sufrir depresiones. Por eso se crearon los cursos de menopausia, que se imparten en los centros de atención primaria, donde pequeños grupos de mujeres comparten experiencias y aprenden a asimilar esta nueva etapa de su vida. Fina Martínez es celadora del CAP Creu Alta de Sabadell y encargada de impartir estos cursillos. «Les explicamos qué les pasa y por qué, y eso muchas veces les ayuda a llevarlo mejor», explica.
A juzgar por la opinión de María Ángeles Bernaus, que hizo este curso en el CAP La Sagrera de Barcelona, funciona: «La menopausia no se puede vivir con miedo. Si llegas a ella es señal de que sigues aquí, ¿no?», cuenta esta mujer que, según dice, aprendió en este cursillo «a hacer ejercicios de relajación» y, lo más importante, compartió su experiencia: «Ver a otras mujeres en mi misma situación me ayudó mucho a aceptarlo».
Reducir el riesgo de osteoporosis
La menopausia es la primera causa de osteoporosis. Por eso es importante que las mujeres lleguen a esta etapa con el máximo de masa ósea. Y eso se consigue tomando el sol en dosis moderadas, haciendo ejercicio físico y con suplementos de calcio que receta el propio ginecólogo en los casos en que se ha perdido mucha masa ósea.
2 combatir la sequedad vaginal
La menopausia se produce cuando el ovario deja de producir estrógenos, y eso provoca también una sequedad vaginal muy molesta. Conviene usar cremas de estrógenos e hidratantes paraevitarla, ya que esta sequedad, junto con la disminución de libido, puede conllevar problemas en las relaciones sexuales.
3 Sudoración e irritabilidad
Los efectos más visibles de la menopausia son las sudoraciones, los sofocos, la irritabilidad y el nerviosismo, que a menudo impiden a la mujer llevar una vida normal. Según el caso, el ginecólogo optará por el tratamiento hormonal o por la fitoterapia, pero en todos es importante acompañar este tratamiento de una dieta sana y una vida social activa.
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