23 de septiembre de 2013

Conciliacion










En el suplemento de El Mundo ‘Yo, donna’ publicaron hace un par de semanas un artículo en plan tertulia escrita titulado ¿Es más difícil conciliar en tiempos de crisis? el que hablaban sobre el tema Federica Barbaranelli, empresaria y creadora del espacio Federica&Co en el que se venden muebles y dan cursos de cocina, Ana Irusta, directora de Igualdad y conciliación de Banesto, Nieves Alarcón, profesora universitaria de economía y directora del I Máster sobre Conciliación de la Universidad Camilo José Cela y Inés Sainz, socia fundadora de Back Up Comunicación y empresa.

Pues me he quedado tan alucinada, tan indignada, tan ofendida con la postura de la joven empresaria joven Federica (de rosa en la imagen), que he querido hacer un post. Afortunadamente las intervenciones de Ana y Nieves son de las de aplaudir.

He buscado el artículo pero no lo he encontrado, sólo este vídeo, así que os dejo aquí la última pregunta y el debate breve en interesante que generó.


Además de las diferencias entre hombres y mujeres, hay también, y muchas, entre los diferentes trabajadores. ¿Cómo se hace para conjugar sus necesidades y no ser injusto?

Federica: A mí la conciliación me parece muy interesante y factible, pero también muy utópica, porque es difícil educar a la mayoría. ¿Qué pasa con el que está acostumbrado a tomarse la caña con sus colegas? A lo mejor no se va a casa, ¿cómo regulas eso? Yo tengo el caso cercano de una amiga que con cada embarazo ha pedido la baja sin necesidad. Ahora que soy empresaria, cuando voy a contratar a una mujer, lo primero que le pregunto, y es muy desagradable, es si se va a quedar embarazada. Con una tienda, si a los dos meses me falla, tengo que trabajar yo 36 horas, pagarle el sueldo, la baja, cuidarla y aguantarla, porque además no la puedo echar. ¿Cómo evitas que se aprovechen?

Nieves: Hay una palabra: confianza. La conciliación es equilibrio. Una lavadora la puedes poner a las dos de la madrugada, pero con los niños no tienes más remedio que tener unos horarios. Te diré que he estado embarazada dando clase 10 horas de pie y no he faltado ni un día. Que no me digan que la mujer tiene mucha cara.

Federica: No, lo que digo es que hay tramposos.

Inés: Federica, son muchas las que, como esa amiga que mencionabas, utilizan el tener niños, lo que repercute en todas las que un día nos querremos quedar embarazadas. Pero, ¿ella no había dado
síntomas antes de ser irresponsable? No me creo que alguien serio en lo laboral cambie de la noche a la mañana.

Federica: En absoluto, tenía una carrera fenomenal.

Nieves: A mí me damucho miedo que se penalice la maternidad.

Ana: Es que eso sí que no es una elección, sino un derecho. Sólo las mujeres podemos tener hijos, pero cualquier señor que se rompa una pierna va a estar fuera de su puesto más que yo, por ejemplo, que nunca he faltado por enfermedad. Si soy suficientemente buena y estoy comprometida, a mi jefe
no le importará que me ausente. En toda una vida laboral, ¿qué son cuatro meses?

Inés: A mí, como a Federica, la conciliación me parece complicadísima. Históricamente
venimos de una situación que el trabajador no ponía mucho de su parte y el empresario no se terminaba de fiar. Ahora diles que tienen que implicarse los dos, uno dando y el otro confiando.

Nieves: Vivimos en una sociedad absolutamente hipócrita. Hay muchos jefes a los que
les encanta tener niños, pero luego una de sus empleadas les dice que va a ser madre y no reaccionan bien.
Yo he ido a clase con fiebre, con escayola y no me he perdido llevar a mi hija al médico, aunque es verdad que mi director me dio la flexibilidad necesaria.

Inés: En mí es innato lo de echar horas, pero no entiendo esas reuniones interminables que alargan la jornada innecesariamente ni ese cerrazón de no dejarte escribir un informe en tu casa. Ahora
que soy empresaria tengo muy claro que, conforme la firma vaya creciendo, la conciliación va a ser básica. Pero me parece que todavía nos queda mucho.

Nieves: Sí, se necesita tiempo, recursos, conocer las políticas de conciliación y aprender a negociar no sólo con tu jefe, sino también con tu marido y con los niños, atreverte a decirles: «Hoy mamá no va a estar».

Ana: También hemos de ser capaces de desarrollar e inventar medidas de conciliación un poco más fáciles para las empresas y que no sean tan chocantes como la reducción de jornada o la excedencia. Aquí cada uno tiene que pactar, pelear, ser un poco valiente y buscar su espacio. Estoy convencida de que si tú te comprometes en tu compañía y le demuestras disponibilidad, esta te lo devuelve
en forma de flexibilidad, autonomía y valoración de un trabajo bien hecho en tiempo y forma, y no en horas de calentar la silla.

Federica, sin embargo, no termina de ver clara ese nuevo tipo de empresa flexible: «Muchos son como niños: cuando tienen que hacer los deberes, necesitan una estructura. Tú le puedes decir a una persona inteligente, coherente, responsable y con capacidad de organización que se administre su tiempo, pero no todos saben hacerlo».

A su lado, Ana pone el acento precisamente en lo contrario: «Si tratas a la gente como recursos, obtienes unos resultados muy distintos a si los ves como seres humanos».


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La mayoría de las familias en las que ambos padres recientes trabajan se encuentran estos días haciendo encaje de bolillos con los horarios escolares de sus vástagos.

¿Quién le recoge? ¿Quién le lleva? ¿Dónde come?

Me consta que hay otros colegios con otros horarios. Pero os voy a poner el ejemplo del de mi hijo, que es con poca diferencia el de todos los colegios públicos de mi ciudad.

Este año, su segundo año, ya no hay periodo de adaptación: han comenzado directamente de 9 a 13. El próximo mes ya tendrán horario normal de mañana y tarde. Él no acude por las tardes, las tiene repletas de terapias.

Pero la cosa entre octubre y mayo es así: se entra a las 9:00, se sale para comer a las 12:30. Se regresa a las 15:00 hasta las 16:30.

Cabe la posibilidad por supuesto de quedarse al comedor. Algo que cuando yo era una niña pequeña pocos hacían y ahora casi es la norma general. Y también es posible llevar al niño a las 8:00 y que desayune en el cole.

Es decir, que como mucho puedes dejar a tu hijo a las 8:00 y recogerle a las 16:30. En total son 7,5 horas de jornada escolar.

Y creo sinceramente que es excesivo para los más pequeños, de 3 (en algunos casos aún 2), 4, y 5 años. Pero cuando no queda más remedio, qué se le va a hacer…

Pero es que, aún siendo mucho para el niño, sigue siendo poco para muchas madres trabajadoras.

Ayer le explicaba estos horarios a una madre reciente a la que aún le quedan un par de años para tener a su hija en el cole. Y me hacía ver que para ella, aún con jornada intensiva y ligeramente reducida, sería imposible poder llevar y recoger a su hija.

Dejarla a las 8:00 supondría llegar a su trabajo pasadas las 9:00. A menos que se redujese mucho más, sería imposible recogerla a las 16:30.

Y ella tiene suerte con su horario. Muchos padres no tienen la posibilidad de trabajar en jornada intensiva de mañana o de reducirse la jornada a conveniencia.

Por eso las puertas de los colegios están tan llenas de abuelos. Por eso muchas veces elegimos un colegio al que ya vayan primos o hijos de amigos para crear rutas escolares familiares. Por eso algunas nos agarramos al teletrabajo y los horarios flexibles (pero olvidad tener un bebé en brazos frente al ordenador como en la foto, no hay niño que se resista a golpear el teclado, mover el raton o tocar la pantalla).

Sobre todo por eso muchas madres (suelen ser ellas) dejan de trabajar definitivamente o durante los primeros años escolares de sus hijos. Pero la decisión de dejar de trabajar no es siempre puramente monetaria y es difícil de tomar.

Y eso sin contar vacaciones, días de fiesta, excursiones o enfermedades que obligan a quedarse en casa…

Hablar de conciliación en estos casos a veces suena a broma pesada. Pero sinceramente, no veo que haya una solución sencilla.

Tags: colegio, conciliacion, trabajo | Almacenado en: colegio




Ya os he hablado en el pasado en varias ocasiones de las trabas e injusticias que padecen muchas mujeres trabajadoras por ser madres o por la simple posibilidad de acabar siéndolo.

Hoy, en vísperas del día de trabajo, me toca de nuevo ponerme reivindicativa e indignarme e indignaros mostrándoos un ejemplo más de desigualdad laboral.

Y puedo hacerlo gracias de nuevo a Ya te Digo el programa despertador de Europa FM y su sección “Buscando curro”.



Si no lo podéis oír (estoy intentando solventarlo) podéis escucharlo directamente aquí http:/www.20minutos.es/data/adj/2008/04/23/1063.mp3.

Y también podéis leer la transcripción que he hecho:



Un hombre y una mujer llaman a la misma oferta de trabajo, preguntando las mismas cosas. Atención a las respuestas del ofertante:

—–LLAMA LA MUJER—–

- Llamaba por la oferta de trabajo para que me explicases.

- ¿Cuantos años tienes?

- 29

- Verás, el trabajo es de dependiente en un supermercado pero tendrás que ir rotando por diferentes puestos según las necesidades. Igual te tocan unas horas la pescadería, la carnicería o directamente en la caja. Y también es importante las tareas de limpieza. Y hay días que te tendrás que quedar para hacer inventario para poder reponer productos.

- ¿Hay posibilidades de ascender?

- Pues no, para este trabajo no. Realmente no la hay. ¿Además tú tienes experiencia?

- Sí, he estado un par de años como encargada de un supermercado y era la encargada del resto de empleados.

- ¿Tienes pareja, hijos?

- No de momento no

- Pero supongo que tendrás planeado tener hijos algún día ¿no?

- Supongo que algún día, pero no tengo nada planeado.

- ¿Qué horario tiene?

- Son 8 horas en horario partido, ampliables a diez y con sábados rotativos.

- ¿Y no se pagan las horas extras?

- No, no se pagan. Pero ya te comenté el inventario y la limpieza que son dos horas más.

- ¿Y el sueldo cuánto es?

- 900 brutos al mes

—–LLAMA EL HOMBRE—–

- Llamaba por la oferta de trabajo.

- El puesto es dependiente pero las tareas son de estar en caja, reponedor y incluso repartidor.

- ¿Hay posibilidades de ascender?

Siempre hay posibilidades de subir de cargo incluso de llegar a ser encargado de tienda. ¿Tu tienes experiencia como encargado ya que me preguntas?

- Tengo experiencia para el trabajo pero como encargado la verdad es que no.

- Bueno, hay cursos de formación dentro de la empresa, que los financia la empresa, por eso no te preocupes.

- ¿Y el horario?

Son ocho horas intensivas de lunes a viernes, podrían ser de mañana o de tarde. Como tú lo veas. Como más convenga.

- ¿El sueldo me puedes decir cuánto es?

- 1.200 euros al mes.

————————————

Nos queda mucho camino por andar.

Me gustaría poder deciros qué supermercado es para no volver a comprar allí. Pero no puedo. No lo sé.

Las autoridades deberían hacer ésto mismo con las ofertas de trabajo, investigar a las empresas que respondan como ésta y multarlas si es preciso.



¿No creéis?




Cuando 20minutos estaba ubicado en Callao, en pleno centro de Madrid, iba al trabajo con la combinación autobús/libro.

Desde que el pasado mes de agosto se mudara a Condesa de Venadito, al lado del tanatorio de la m-30, me toca coche/radio.

Y lo que suelo escuchar es Ya te Digo el programa despertador de Europa FM.

Este programa tiene una sección llamada “Buscando curro” que en dos ocasiones me ha dejado botando de indignación en pleno atasco con ganas de emprenderla a mordiscos con el volante.

Este audio que os pongo, y que los responsables del programa han tenido la cortesía de mandarme, es uno de ellos.



El despido totalmente injustificado de una embarazada y cómo el despedidor recula en cuanto le ponen a una supuesta abogada al teléfono.

Una muestra de la injusticia por la pasan todos los días muchas madres futuras y recientes.



¿Lo habéis oído? ¿Os ha parecido indignante? Pues ya veréis cuando os ponga el otro del que os hablaba.




Hoy no me voy a extender mucho, aquí os podéis descargar en PDF la guía sindical para la prevención de riesgos durante el embarazo y la lactancia.



Son 55 páginas muy completas que contienen, entre otras cosas, el marco legislativo básico, un apartado con los riesgos para el embarazo y la lactancia, cómo actuar en la empresa, información sobre la prestación por riesgo durante esas dos etapas, un capítulo de dudas frecuentes y una serie de propuestas de intervención en el marco de la negociación colectiva.

El primer paso para defender nuestros derechos en la empresa es conocerlos.

Aquí os dejo la tabla con los riesgos para mujeres embarazadas y lactantes.


Si en tu puesto de trabajo hay situación de riesgo para ti o tu hijo, no dudes en exigir tus derechos. No pierdas de vista lo importante.




Hoy hemos publicado la siguiente noticia en el periódico:



El 87,3% de las mujeres españolas tendrían más hijos si se llevaran a cabo medidas que realmente facilitaran la conciliación laboral y familiar, según se desprende de una encuesta de la página web www.aquimama.com realizada a 18.000 madres.

El 55,6% cree que las medidas más eficaces para aumentar la natalidad no deben estar tan enfocadas hacia las ayudas económicas a las familias (32,7%), o en el aumento de plazas de guardería (11,7%), como en ofrecer ventajas económicas a las empresas que favorezcan la conciliación laboral y familiar

Y leyéndola, veo que hablamos de dos cuestiones diferentes.

Por un lado: ¿tenemos menos hijos de los que desearíamos?

Yo acabo de tener el primero, es pronto para sentirme frustrada por tal cosa. Y vengo de una familia que tiende a ser poco numerosa. Soy hija única y mi padre también. Mi santo sólo tiene un hermano. Creo que el modelo familiar con él que hayas crecido también influye.

 

qué tipo de medidas ayudarían de verdad a tener el número de hijos deseados.

Y está claro que, por bien que vengan, no son 3.000 euros más, unas cuantas plazas más de guardería o que el papá tenga un mes de baja.

La cosa obligatoriamente pasa por una baja maternal más prolongada (es ridículo que la OMS dicte seis meses de lactancia materna exclusiva y en España la baja no llegue ni a cuatro meses) y mayores posibilidades de conciliación laboral posterior.

El modelo danés o noruego que siempre estamos pidiendo las madres.

El día que un partido político apueste realmente por emular esos modelos, muy probablemente se llevará mi voto y el de muchas madres y padres recientes.

¿Tú se lo darías?

Pero no se atreverán. Con la patronal hemos topado las madres…

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